miércoles, 2 de septiembre de 2009

Pies dolidos de tacones, carmín corrido, camisa abierta, falda demasiado corta.
El pelo huele a tabaco, la sonrisa incoherente a alcohol.
Se desploma sobre una cama sin hacer.
Mañana la despertará la jaqueca, con la vaga sensación de haber dejado olvidada su vida en la barra mugrienta de algún bar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario